en la cocina (libre)

un dia para cualquiera en la base Vongola, la guardiana de la nube de la Ottava generacion estaba caminando por los pasillos en busca de la cocina, si bien era la unica , segun ella, en la base ya que lo unico que supo era que su jefa, Daniela se fue a hacer una mision asique, solo quedaba ella, restandole importancia, entro al comedor y de ahi a la cocina llendo hacia un refrigerador para sacar un bote de jugo de tomate, de ahi saco un vaso de cristal para servirse un poco del bendito jugo para saciar su sed, ya servido lo coje para posar sus labios en la orilla del vaso y beber un poco del liquido con sabor a tomate y este pase por su garganta llegando a su estomago dando un bienestar a su estomago y pulmones por lo frio que estaba

Aquel día había transcurrido sin mayores acontecimientos mas que se había enterado que Daniela había ido otra vez en alguna misión, sola o con algún otro de los guardianes dejando le a el la tarea de cuidar el lugar en su ausencia, pero nada interesante ocurría, al menos no muy a menudo. Por esta razon dejo su arma en la habitación y decidió ir por algo de comer a la cocina, esperando poder calmar su inquieto estomago.

-De paso quizás me encuentre a alguien...- se dijo a si mismo mientras caminaba por los pasillos hasta llegar al comedor y luego a la cocina, donde noto la presencia de alguien mas- Diva...-dijo al ver a la otra guardiana-¿Andas con hambre?- le pregunto sin mas para romper el silencio.

la tranquilidad, si bien pudo haber durado mas si Zero no hubiera hablado, a regañadientes le miro con su mirada fria y malvada, aun con el vaso de jugo a medio llenar-¿algún problema con eso Zero?-pregunto sin más la pelinegra, al igual que su "compañero" habia dejado su espada en su habitación, pero aun así, ella podia crearse las armas que queria pero hoy no era necesario, parecia que nada malo podia pasar

-No, ninguno...- respondió, de cierta manera encogiéndose ante esa actitud algo intimidante de la guardiana, que no parecía cambiar jamas. Cogió una manzana en un plato que había ahí cerca, dándole un mordisco. Creyó que podría mantener alguna clase de conversación con la contraria, y planeaba pronunciar alguna otra pregunta hasta que entro el otro guardián, Sephika. Definitivamente ahora el clima si era algo tenso, pues estaba con los, que el creía, eran los dos guardianes menos conversadores de la familia. Lo único que hizo fue soltar un suspiro y continuar acabando a mordiscos aquella fruta, sin ánimos de hablar. Pero como normalmente lo hacia, no pudo evitar callarse.

-Y... ¿Como estan?- pregunto lanzando la pegunta al aire y que sintieran libres de responder, sintiendo que no pasaría de todas maneras.

Todo estaba en silencio, Segui Comiendo Las Patatas de Bolsa, Cuando El Guardian De La Tormenta rompio el silencio preguntando que como estabamos...

-....

Lo Ignore completamente y segui comiendo las patatas.

-hmp...

fue lo unico que solto aquella Guardiana para ignorar al recien llegado, Sephika. Ya se habia terminado su vaso de jugo, pero su sed le exigia más; asique, se devolvio hacia donde habia dejado el bote de jugo de tomate y se sirvio en su vaso, ya lleno, lo alzo para beber otro tanto ignorando por completo la pregunta del guardian de la lluvia

Tal y como supuso, nadie respondió. Dio otra mordida a la manzana en un intento de olvidarse aunque fuera por dos segundos en la situacion que se hallaba, acompañado por dos personas mas calladas que una tumba, y lo peor era que debía convivir con ellos, pero tampoco se quejaba. Aunque si fueran algo mas comunicativos... pero eso era una maldita utopía. Continuo o con masticando el pedazo que saco del fruto con sus dientes, con los ojos cerrados mientras continuaba pensando. Podía irse y ya, pero ni el se lo permitiría.

-Que ánimos...-menciono, sin importar como se lo tomasen, con tal de avivar un poco el clima.