Era aun un adulto, se encontraba en la mesa, donde todos se habían conocido antes. Contaba su dinero como de costumbre, dejando uno a un lado y siguiendo calculando con otro.
-Qué más da, ya casi nadie pasa por aquí. Puedo contar mi dinero tranquilo –Comento hacia el aire, con la capucha cubriéndole siempre los ojos, casi toda su expresión se podría pensar o medir sin saber buenos resultados-
Miro hacia los dos lados, donde un lado estaba la cocina y el otro solo una pared. ¿Dónde estaban todos? Aunque eso no le importaba. Solo se lo preguntaba.