Disfrutando, y pensando en lo que puedes estar haciendo.

Como invariablemente, pequeños y porosos malvaviscos de color níveo estaban diseminados por una mesa transparente que se situaba al frente de un sofá de color lánguido. Sin apoyo en las manos, ecuamente solo un diván escueto.
Sonrío tenuemente y asintió.
-No esperaba menos de BlackSpell, me parece bien. –Contesto esa llamada no tan importantes como otras que le podían llegar de Japón-

Su mohín estaba contento y despreocupado, miraba hacia el ventanal inmenso que tenia al frente y se aproximo un malvavisco a su boca.

-¿Qué estará haciendo Sho-chan? –Sonrío.

Había estado todo el día atendiendo las dificultades de la base Melone, solo quedaba una sola cosa por hacer y podría disfrutar un poco de paz en su laboratorio, despues de todo le queda algo de tiempo para aquello pero lo dejaría para mas tarde.
Se dirigió a su escritorio desabotonando la capa blanca para estar mas cómodo y se sentó tomando un bocado de aire antes de iniciar la videollamada.

-Buenos días Byakuran-san -dijo este al momento en que la llamada se conectó- ¿Interrumpo algo? -preguntó con algo de vergüenza en su tono, la verdad no habia tomado en cuenta la diferencia de horarios.

¡Oh, Sho-chan Buenos días! –Saludo formalmente con la mano, y luego le sonrió de forma rápida, de alguna manera parecía sentir que se iban a comunicar ya, como siempre luego del trabajo se solían comunicar, era la única manera de verse- Pareces cansado Sho-chan –Curioso el mayor, avecinando un malvavisco a su boca pero se detuvo a escasos centímetros-

Se avecino a la pantalla de plasma y jugó con el dulce, apretándolo desde los polos-
-Sho-chan ¿Por qué no vienes a Italia un día de estos? –Pregunto de forma despreocupada-

Sonrío mas calmado al ver como el otro le respondía como era de costumbre, hacia que ya sintiera menos presión de cierto modo. En verdad el parecía estar bien. Le observó en todo momento sabía que tomaba su tiempo para poder comer sus preciados dulces y eso no le molestaba en lo absoluto- Estoy bien no te preocupes... -le respondio con una sonrisa nerviosa.
Lo que le llamó la anteción fue al momento de detenerse y acercarse a la pantalla haciendo que este se exaltara un poco.

-P-pero Byakuran-san, no puedo dejar la base melone así como así, las investigaciones y esas cosas... -comenzó a excusarse desvíando la mirada.

La verdad la idea le parecía grandiosa, y ya era hace mucho que no se veían personalmente, pero para él la responsabilidad como 2do al mando estaba primero, y mas si Byakuran confiaba en él.

-Afirmo meneando la cabeza de arriba hacia abajo, con la sonrisa adherida como siempre. Soltó un pequeño suspiro y su voz se volvió como si fuera un puchero, pero solo por un momento. Luego sonrió más ante las expresiones y palabras que decía el otro, en verdad le divertía el nerviosismo y simpatía del de lentes-

Se quedo un momento, que fueron como unos tres segundos contemplándole en forma callada y serena. Atribuyo su codo en el mesón y cargo su mejilla de forma delicada en su palma, ladeando un poco la cabeza. Cerró los ojos y simpáticamente le anuncio.

-¿Y si yo voy Sho-chan? A mí no me pueden decir nada –Añadió normalmente-

-E-eh?! -se sorprendío ante el ofrecimiento del mayor, llegando a pararse del asiento inconcientemente.

Una vez que pudo juntar cada palabra del peliblanco volvió a tomar asiento avergonzado de su acto impulsivo. Tomó un bocado de aire y luego lo botó tímidamente mientras acómodaba sus anteojos para poder al menos parecer mas creible y que no se notara tanto la sorpresa de las palabras contrarias.

-Bueno podría ser... -respondío al momento de percatarse de la determinación de sus palabras- ¿Pero no sería una molestía para Byakuran-san? Después de todo es un hombre muy ocupado y no me gustaría molestarlo -

Bajó la mirada levemente y luego le observó para convidarle una diminuta risa.

-Jaja, que divertido eres Sho-chan –Comento de forma divertida mientras le observaba sin pestañar, estaba bastante cerca del monitor, que solo se veía un pequeño espacio de paisaje atrás del, pero como era de costumbre, siempre estaba en el mismo lugar.

Se introdujo al fin el malvavisco a la boca y le sonrió mientras lo comía. Hizo una mueca curiosa y miro hacia el lado, sin interés alguno.

-Sho-chan cambiando de tema –sonrió para que no pensara que fuera algo tan importante- ¿Te acuerdas de Choice? Ese juego –inquirió solazado-

Se ruborizó levemente al comentario del peliblanco, en verdad había hecho el ríduculo frente a él. Suspiró profundo y luego le observo con el semblante de siempre.

Observó como se hechó el malvavisco a la boca y como este repentinamente cambiaba su tono de voz, podía notarlo, lo había hecho levemente pero aun así el lo sabía, se alarmó por como había cambiado la mirada pero se mantuvo tranquilo y le escucho con la misma determinación de siempre.

-Claro, el que inventamos en la universidad en nuestros momentos de aburrimiento, ¿Como lo iba a olvidar? -respondío riendo levemente pero al notar que aun la mirada de Byakuran era extraña dejo de reír- ¿Por qué? ¿Que pasa con el? -sonrío algo nervioso.

Reapareció su fisonomía tranquila y la que siempre llevaba consigo mismo. Ocupo sus perlados ojos con sus parpados lentamente. Asintiendo de cualidad pausado. Sonrió tranquilo, y puso los ojos en la pantalla-Podría ser una razón para que pueda ir para allá. –Le dijo al fin, luego de esa espera y inexacta conclusión.
Este le sonrió para mantenerlo tranquilo, ya todo el jaleo de pensar en cómo hacerlo se interrumpió por la preocupación del otro, que yacía en Japón, muy lejos. Tanto podía influir en una persona que se encontraba a kilómetros de distancia…

Suspiro nuevamente y hablo como si ya no le importara los: “Pero” “¿Cómo?” “¿Por qué?” que Shoichi le podía manifestar.

-Sho-chan ¿me recibirías? –Inquirió con voz apaciguada y media juguetona-

Estubo todo el rato observandole, de ves en cuando miraba a otro punto para que no se notara un poco su curiosidad, en realidad el silencio le incomodaba. Mientras esperaba que el contrario articulara palabra alguna comenzó a jugar con sus dedos por debajo para que el otro no notara su anciedad. Al escuchar la propuesta del contrario abrío sus ojos a la par.

-¿Quieres jugar a Choice Byakuran-san? -en realidad aquella respuesta le había sorprendido, no esperaba que quisiera volvera jugar aquello con él. Sonrió por lo bajo y luego asintío tímidamente.- Sabes que ek recibirlo no es problema para mí... -respondío ruborizandose levemente por su tono de voz- Pero si de verdad pasara algo mas importante, ponga eso en primer lugar -dio como orden frunciendo un poco su ceño.

-Excluyo de la respuesta la parte final, solo quedándose con el que si lo recibiría. Se detuvo, chocando su mirada con la del otro. El albino le sonrió de forma sincera, y veraz.

Hace mucho que no se veían, y en verdad Byakuran percibía la ambición de tenerle cerca, no tan solo por el hecho que gracias a él tenga todo lo que tiene hoy, sino que también había otro lazo entre sus manos. El apego que tuvieron cuando adolecentes el afecto de amistad que tienen ahora, pero ya no era como antes. Remoto el albino apartado de su amigo.
El peli plateado miró a Shoichi y su expresión pareció suavizarse, más bien sus recuerdos y pensamientos.

Maldición, aunque Byakuran quisiera, pudiese ir sin problema alguno, es más iría ahora mismo, pero aunque no aceptara las palabras que el otro le había dicho al final, en si eran verdad.

Vaciló un instante y finalmente le obedeció abandonando la idea, sumido en un mar de pensamientos confusos, pero nada más bueno que esconderlo tras su sonrisa.

-Ah, Sho-chan tan ejemplar que eres –Murmuro, sonriendo-

-Me alegra que lo comprenda Byakuran-san... -le sonrío observandole con detenimiento.

Ya lo conocía de muchos años, y algunas cosas de él no se le pasaban por alto, quizás en realidad deseaba el encontrarse con el y este lo había pasado todo por alto. Suspiró pesadamente y se quitó sus gafas dejandolas en el escritorio, masajeando el puente de su nariz ¿Que podría hacer?.
Estuvo así por unos segundos y luego dirigío su mirada al monitor, sin estar completamente convencido de lo que iba a decir.

Quizás... -mencionó este cerrando los ojos para que sus palabras no sonaran quebradas- quizás podría hacer una exepción por usted -terminó por decir, el ceño lo tenía medio fruncido y aun se notaba el nerviosismo de este por sus palabras.

Sus orbes se abrieron levemente por un segundo, luego tenía una expresión serena, y feliz.
De pronto, el albino echo hacia atrás la cabeza y suspiro, solo Irie podría verlo a si, tan salido algunas veces de su forma estática y quieta que es.
Byakuran lo miro; de pronto, parecía más interesado.

-Sho-chan ¿Te crees tú, diciendo aquello? Pareciese que quisieras verme –sonrió, feliz- ¿Quieres verme?
Volvió a colocar el codo en el margen de la mesa de vidrio y cargo su mejilla en la palma, sin dimitir la sonrisa en su rostro.

Mediante la respuesta del albino se sonrojó levemente y desviando la mirada de la pantalla, ¿En verdad sonaba así?. Cerró sus ojos fuerte y luego decidido miró nuevamente hacia el contrario.

-Yo... -los nervios le volvieron comenzando a reír con nerviosismo y eso el lo sabia ya que su estomago comenzaba a reaccionar- Bueno es cierto que no nos vemos hace tiempo pero, es solo por usted ya que se ve tan, no lo sé fuera de sí...-

Quedó en silencio por unos segundos, era cierto que pensaba de esa manera pero el comentario del otro le daba vueltas en la cabeza, no se veía diciendo aquello, ¿Por que con él?. Ni el mismo sabía la respuesta, solo suspiró y desvío nuevamente su mirada, sentía el ardor en sus mejillas solo quería colgar aquella videollamaba, se sentía avergonzado.