Gokudera Hayato Vongola
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Hoja de Personaje~ Elemento: Tormenta
| Tema: Junichiro Mi Historia, mi verdad Vie Ago 20, 2010 2:15 am | |
| Junichiro,mi historia, mi verdad:
Nací y crecí en un pequeño pueblo llamado Joel, mi madre me nombro Junichiro Ushiromiya. Mis Padres Isabel Ushiromiya y Diamond Ushiromiya me tuvieron como fruto de su amor. Claro que llegué inesperadamente ya que no lo tenían planeado. No, definitivamente no lo tenían planeado.
Crecí con buena educación desde entonces. Mis padres me amaban demasiado, o al menos eso yo creía… Un día cuando tenia 10 años vi a mi madre en la cama con una persona y no, no era mi padre, era un hombre desgraciado que solo buscaba placeres con ella. Yo sin embargo, no podía hacer nada, después de todo, solo tenia diez años y era demasiado fiel a mi madre para contarle a Papá y hacer que toda su relación terminara por mi culpa. Pasaron dos años escondiendo ese gran secreto hasta que mi padre los descubrió por su cuenta, formando una gran pelea, inclusive matando a aquel hombre. Mis ojos de color azul mar lo observaron todo, desde el inicio hasta el final…
Yo simplemente no tenia idea de aquello a esa tan corta edad, pero luego, todo lo entendí cuando tuve 11 años… comencé a odiar a mi madre con todo mi ser, lo que le había hecho a mi querido padre, no se lo perdonaría fácilmente.
Había llegado un nuevo hermano en la familia, su nombre era Neithan, era de lo más tierno y adorable que existía en el mundo... Por lo menos eso creía yo en ese entonces, Habían cambiado de favorito. Ahora era el, aunque no me importaba en lo absoluto, solo quería en ese entonces planear un futuro con mi pequeño hermanito.
Ya dos años tenia Nei, ya hablaba, y se podía mantener en pie con ayuda. Mis padres estaban más apegados que nunca a él, comencé a sentir envidia, envidia y celos, de los peores. Me preguntaba a mi mismo “¿Se habrán puesto tan alegres cuando yo di mis primeros pasos?”, “¿Mi padre me prestaba tanta atención como el?”. La segunda respuesta era obvia, No. Él estaba demasiado ocupado en el trabajo en ese entonces, que no tenia ni la mínima cantidad de tiempo para mi, en esos años me hubiera gustado que mi hermano no existiera en aquel entonces, si hubiera nacido antes, lo querría pero… En esos momentos lo odiaba como el perro al gato…
Ya Había cumplido los 13 años, nada interesante en mi vida, solo una linda chica que me tenia a sus pies. Y así estuvo por dos años más, a los 15 años comenzaron a correrse rumores sobre que era el chico mas lindo del pueblo y un centenar de chicas decían que querían acostarse conmigo, yo pensaba “Esas mujeres no buscan nada mas que sexo” y era cierto, las chicas meses después comenzaron a rumorear que se habían acostado conmigo. Aunque no era cierto yo no le presté atención a aquello. Hasta que un día, la chica de quien yo estaba enamorado golpeo mi puerta, me sentí feliz, no podía explicar lo que sentía en ese momento con palabras. Pero todo fue un engaño… Lizzie, de quien y estaba enamorado me utilizó solo para ganar popularidad, yo que creía que esa noche había sido de amor puro y verdadero. Todo fue una maldita mentira.
Los días pasaron y el amor que le tenía a Lizzie se convirtió en odio y rencor, así fue como mi vida se fue despedazando poco a poco, según yo creía. Decidí olvidarme de los malditos sentimientos y concentrarme en mis estudios, me adelanté dos años completos y me licencie a la joven edad de 15 años. Llegué feliz a mi hogar a contar aquella noticia, cuando vi a mi padre con una chica, y no se imaginan la chica que era. Así es, era Lizzie, ella estaba satisfaciendo placeres con el, yo pensé “¡debe haberse confundido, después de todo mi padre y yo nos parecemos!” Pero no era así.
Desde ese día le guarde un odio profundo a mi padre, mas del que tenia hacia mi madre, y comencé a levantar sospechas de estos, sospechas absurdas. Un día mi padre me llamo a la mesa familiar y me preguntó si estaba entrometido en cosas de maleantes o cosas por el estilo. Yo le respondí que no, eso era absurdo, a mi no me interesaba aquello. Comenzó a hacerme mas preguntas estúpidas, el cual yo todas respondí con un “no”. Creía que estaba mintiendo, por el cual me golpeo y me azotó contra la pared, ordenándome a que le dijera la verdad, yo por mi lado no le contesté, pero era tanto el rencor acumulado que le tenia que mis manos comenzaron a moverse por cuenta propia. Tomé un florero y se lo quebré en la cabeza. Cayó al piso en un instante, pero luego este tomo uno de los vidrios rotos, dispuesto a enterrarme alguno en el pecho, yo fui mas rápido y tomé un de los cuchillo de la cocina y atravesé el corazón de mi padre, sentí como dejó de latir. Mi madre aterrada por el hecho corrió hacia fuera en busca de ayuda, Yo sin embargo el rencor que le tenia a mi madre no lo dejaría ir, atravesé a mi madre de una sola estocada, veía como su sangre caía a través de mis manos y su respiración se detenía en frente de mi.
Ahora solo quedaban los llantos de mi hermano menor Neithan, mirando espantado los cuerpos de nuestros padres, preguntándome porque ellos no se levantaban del piso. Yo sin embargo no respondí y solo lo tomé del cuello, algo me tenía poseído en ese momento, no razonaba. Comencé a asfixiar a mi hermanito, no tardé en dejarlo inconsciente, mirándolo con odio puro, hasta que llegué al punto de degollarlo sin dudarlo dos veces. Ya todo había acabado, primero mis padres y ahora mi hermano, todos ellos habían muerto…
Me eché de rodillas al piso, y solté con terror el cuchillo de mi mano, al parecer había reaccionado, me eché al llanto… no podía creerlo. Me decía a mi mismo que no había sido yo, pero dentro de mí ser algo profundo se había liberado, que me hizo asesinar a toda mi familia.
Alguien llamó a la puerta, era Lizzie. Me dijo que ella seria la que acabaría con mi vida, ya que había observado todo desde la ventana. Me apuntó con un arma en la cabeza y comenzó a llorar desesperadamente, yo le pregunté que le pasaba, ella no dijo nada solo antes de dispararme me dijo “Te amo”. Ya sin embargo era tarde para reaccionar, los latidos de mi corazón se detuvieron en un instante….
Sin embargo no sentía que había muerto, en ese momento comencé a subir hacia un agujero de gusano preguntándome que demonios pasaba, caí en un lugar totalmente blanco, ¿era el cielo? No losé. Miré hacia atrás y unas alas blancas me lo impedían, al parecer venían de mi cuerpo, me había convertido en un ángel…
Fueron pocos los minutos que estuve en aquel lugar, ya que luego sentí que una mano me jalaba hacia abajo, traté de echarme vuelo con mi alas, pero de nada servían en ese momento. Miré hacia todos lados, solo caía y caía, mis alas iban tornando de un color negro y luego escuché una voz en mi cabeza “ya no me eres útil, ahora te enviaré al infierno” pero ¡¿que era?! ¿Quién era la persona que me hablo a través de mis pensamientos? ¿quizás era Dios?¿Satanás..? Eran las dudas que me inundaban la cabeza en aquel momento. Caí en agua, era el mar, al parecer estaba nuevamente en el mundo de los vivos, mis alas completamente negras, destinado a vagar entre las almas con residencias.
Nadé hasta la orilla, la gente me miraba espantada, ¿seria que ahora todos podían verme como un ángel caído? Corrí hasta la cuidad, me mire en un vidrio y mis ojos habían cambiado de azul a rojos, de seguro con el cambio debieron haber cambiado, no me importó. Lo único que me importaba en ese momento era deshacerme de mis alas que tanto llamaban la atención ajena.
Me encerré dos meses en una casa abandonada, solo sin nadie a mi lado. En esos dos meses además de mi vista, había perdido mis emociones, encontré unas gafas que me quedaban a la perfección, les arreglé el aumento que necesitaban y estaban listas para ser usadas, En el tercer mes que me quedé en aquella residencia, un espíritu se me apareció diciéndome como podía esconder mis alas, yo solo lo seguí, pero de lo que no me di cuenta es que aquel espíritu era el de Lizzie, la chica que alguna vez amé. Pasaron unas largas horas mientras recorríamos la casa, ella se detuvo en frente de una puerta, obviamente yo también lo hice. Entré en la puerta y luego un sello debajo de mi comenzó a brillar, el alma de Lizzie dijo “Esto retendrá tus poderes y solo una persona cada mil años podrá liberarlo” no comprendí ninguna sola palabra de lo que había dicho. Pero luego sentí como mis alas entraban en mi espalda, lanzando sangre a montones, al punto de que estas no estuvieran.
Así fue como comenzó mi vida como un “humano”, pensando en las palabras que había dicho la chica que alguna vez amé. Creí que nunca encontraría a aquella persona, y si la llegara a encontrar me prometí que la odiaría. Pero aquella persona que puede liberar mis poderes, terminó siendo el único amigo que tengo en la tierra, al menos eso yo creo.
Fin!
(por ahora~(?)) | |
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